Descripción
Es de un solo piso organizado en tres calles, sobre una pequeña predela.
Ubicado en el bajo-coro de la Basílica, lado del evangelio, similar al retablo situado enfrente, el del Sagrado Corazón, y coetáneo, de hacia 1735-1740. No obstante, parece de diferente taller, a juzgar por los elementos decorativos, que aquí son más jugosos, con volutas enmarcantes arrolladas y copetes que rematan en veneras.
En el nicho central, muy profundo, aparece la imagen titular, de vestir, cerrada con puerta de cristal. A los lados, en otras casas con puertas de cristal (retiradas en la última intervención por no pertenecer al retablo), hay imágenes más pequeñas de San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka.
Estado de conservación
Los daños se localizaban, fundamentalmente, en la zona superior izquierda, en la decoración, el ataque de carcoma afectó a varias volutas y florones. Además, también encontramos zonas donde los daños provocados por carcoma son evidentes, como son los volados de las cornisas y el remate inferior de la predela.
Gruesa acumulación de polvo, depósitos de diferente naturaleza y suciedad superficial adherida al estrato pictórico, además de una tosca capa de barniz oxidado, apagando el brillo natural de los dorados.
Además de zonas en las que, debido al acercamiento de cirios devocionales, están llenas de salpicaduras de cera, como es el caso de la predela y la peana de la Virgen de la Soledad.
La parte baja de la predela estaba rematada con un listón de madera y policromado en rojo (quedan pequeñas zonas con restos). Hoy en día lo encontramos en madera vista, debido, probablemente, a la limpieza de la piedra.
Nuestra intervención
- Realización de análitica por medio de técnicas instrumentales específicas de materiales orgánicos e inorgánicos. En concreto se toman las siguientes muestras:
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- Mazonería: dorado
- Imagen de la Virgen de la Soldad: carnación
- Imagen de San Luís Gonzaga: carnación, túnica
- En cuanto a la policromía se reforzó la adhesión del aparejo y la película pictórica.
- La limpieza fue homogénea, limitándose a lo imprescindible. Se eliminó el estrato superficial de barniz oxidado, color caramelo, que cubría toda la obra.
- Las lagunas de mayor tamaño y de la zona más baja, como la predela, fueron previamente aparejadas para su reintegración con la técnica de rigattino, haciendo vibrar los colores mediante el rayado, consiguiendo un efecto cromático que se integra perfectamente y que permite la correcta lectura de la obra.
- Las hornacinas laterales estaban cerradas con puertas de cristal, tras consenso con la dirección, optamos por retirarlas, y devolver al retablo su aspecto de origen, sin puertas laterales.