Descripción
Retablo barroco, de finales del s.XVII, dividido en tres calles y formado por un sotobanco de reciente factura, una predela, un cuerpo principal tetrástilo y el ático. La mazonería se encuentra en madera, sin policromar, y las imágenes y relieves están policromados. Son de distintas épocas.
Rico en decoración, florones de hojarasca bajo las hornacinas, fruteros volados, grandes columnas salomónicas de siete espiras de giros contrapuestos recubiertos de vides y hornacinas de medio punto encuadradas en marco de hojarasca. El ático se divide en dos cuerpos, una hornacina cuadrada que aloja al Cristo crucificado, adornada con pilastras festoneadas, flanqueada por los dos relieves con marco de medio punto, entre estípites rematados por sendos blasones de hidalgo, iguales al del arcosolio. Sobre esta hornacina, encontramos otra con frontón redondo volado recubierto de festones.
Las imágenes son de diferentes épocas, coetáneas con el retablo pueden ser los dos relieves, (que incluso parecen anteriores), el Cristo crucificado con tres clavos, muerto, con la cabeza hacia su derecha, y el busto del Padre eterno, en actitud de bendecir.
En el cuerpo principal hay otras tres imágenes, la de San José, del siglo XX, San Antonio de Padua de finales del siglo XIX y una Virgen, cubierta con vestiduras, que podría ser del siglo XVIII.
Estado de conservación
Presentaba graves daños ocasionados por el ataque de insectos xilófagos, tanto carcoma como termita. Las cornisas se encontraban prácticamente huecas, el camino de los insectos ha sido ascendente y de derecha a izquierda, encontrando algo menos dañada la zona superior izquierda. Sobre la cornisa del cuerpo principal tenía unas gruesas tablas, colocadas hace pocos años con la intención de consolidar la zona, y estas habían producido el efecto contrario al deseado, creando un hábitat oscuro, cálido y húmedo donde los insectos habían devorado la madera con total tranquilidad. Por no mencionar el excesivo peso aportado a la estructura, ya de por sí debilitada.
El estrato de repolicromía que presentaba era reciente, una pintura marrón industrial, muy gruesa y opaca en la zona superior y algo más transparente en la predela, seguramente ésta última era una capa de barniz con color, que, junto con las líneas decorativas de purpurina dorada, fue probablemente aplicada con la intención de dotar a la madera de cierto brillo y lustre.
La decisión de retirar las tablas de las cornisas fue inmediata. Fue un trabajo costoso porque estaban sujetas con largos clavos de hierro y la superficie sobre la que estaban colocadas estaba realmente frágil. Una vez eliminadas, se consolidaron las zonas debilitadas en diferentes fases durante la duración de los trabajos y se reconstruyeron los volúmenes perdidos.
Nuestra intervención
- Se llevaron a cabo importantes labores de consolidación y refuerzos leñosos en las zonas más dañadas, con el fin de devolver a la estructura una consistencia lo suficientemente estable.
- La hornacina donde está situada la imagen de Cristo, estaba cubierta por dos tablas de contrachapado, que retiramos dejando a la vista el paisaje de Jerusalén.
- En cuanto a la policromía se reforzó la adhesión del aparejo y la película pictórica.
- La limpieza se limitó a lo imprescindible. Se eliminó el estrato superficial de barniz oxidado, color caramelo, que cubría toda la obra.
- Las lagunas de mayor tamaño y de la zona más baja, como la predela, fueron previamente aparejadas para su reintegración con la técnica de rigattino, haciendo vibrar los colores mediante el rayado, consiguiendo un efecto cromático que se integra perfectamente y que permite la correcta lectura de la obra.
Nuestra intervención
- Se decidió eliminar el estrato superficial de barniz oxidado/ pintura marrón que cubría toda la obra. Se realizaron ensayos previos en zonas discretas, y una vez comprobada la eficacia de los productos elegidos, se procedió a la retirada completa, a través de medios químicos y mecánicos.
- En el caso de las imágenes y los relieves, se hicieron las pruebas necesarias para elegir los productos adecuados con el fin de eliminar los re-policromados. Su retirada descubrió ricas policromías, con la técnica del estofado y dorados al agua, de gran calidad, lo que aportó gran luminosidad al conjunto.
- Consolidación de toda la mazonería con resinas sintéticas en la proporción adecuada.
- Protección y acabado final con ceras naturales.