Estado de conservación
Encontramos suciedad generalizada, restos de pintura, zonas del soporte fragmentadas, falta de numerosas teselas, desprendimientos, ataques biológicos sobre el soporte de hormigón, etc.
Nuestra intervención
- Limpieza superficial.
- En primer lugar, se procedió a la limpieza superficial del soporte. Se retiraron de forma mecánica las acumulaciones de polvo y tierra del interior de las jardineras mediante aspiración. A continuación, se eliminaron restos de pintura que cubrían las patas y algunas teselas de las zonas inferiores. Se continuó el proceso de limpieza con la eliminación de focos de hongos y líquenes, retirando nidos de insectos y realizando un saneo general del soporte mediante medios mecánicos: bisturí, micro-fresas abrasivas, etc.
- Tratamiento biocida
- Una vez saneado el soporte sin teselas y las juntas entre ellas, se aplicó mediante pincel un tratamiento biocida para evitar la reproducción de microorganismos.
- Fijación de teselas
- La adhesión de las teselas sueltas se realizó tras eliminar la suciedad y el ataque biológico, ya que, en algunos casos, eran los propios hongos y líquenes los que las hacían saltar, con lo que se procedió a revisar toda la superficie y a levantar las que habían perdido la sujeción y se encontraban en riesgo de desprenderse, para poder así sanear el soporte antes de devolverlas a su posición.
- Limpieza química
- Se eliminó la suciedad incrustada en las teselas de cerámica de forma mecánica ayudándonos de elementos químicos.
- Reintegración volumétrica
- En primer lugar, se procedió a la reconstrucción del borde de la jardinera más degradada. Para ello se realizó una superficie de contención en la parte interior de la jardinera mediante láminas de acetato. A continuación, se aplicó el material de reconstrucción, un mortero a base de resinas epoxídicas inertes, exento de sales solubles, que permite ser moldeado, lijado y cincelado.
Una vez repuestos los volúmenes fragmentados, se procedió al estucado de las lagunas y reconstrucción de las teselas rotas o perdidas. Se utilizó para ello un estuco sintético, de óptimas características, que no merma ni pierde cualidades. Con la ayuda de un bisturí se tallaron las formas de las teselas.
- Reintegración cromática
- Se optó por la aplicación de colores para cerámica en frío, por considerarlos más adecuados en cuanto a brillo y textura. Previo a la aplicación de los colores, se impermeabilizaron los estucos nuevos para obtener el resultado deseado para el acabado final.